jueves, 27 de marzo de 2008

SER AUTENTICO

SER AUTENTICO,DIFICIL?.....COMENTEN

Llevo días dándole vueltas y es realmente asombroso cómo cada vez encuentro menos personas auténticas. Parece que no es un valor que esté de moda; incluso la sociedad favorece todo lo contrario a la autenticidad. La gente cambia de amistades con mucha facilidad, según conveniencias e intereses ocultos personales, critica con mucha rapidez al que antes llamaban amigo, hacen cualquier cosa con tal de “trepar” y obtener el protagonismo que desean, les encanta ser “colega” del jefe o el superior de turno, estar al lado del que más manda, cambian de opinión con tal de ser aceptados en un grupo, entran fácilmente en la rueda de los comentarios y chismes que están de moda con tal de ser valorados y reconocidos por los que se dicen líderes, y nadie es capaz de cortar amablemente con todo esto, nadie se atreve a ser fiel a sí mismo, a sus propios sentimientos y convicciones, y da igual si con todo esto se cargan a personas verdaderamente buenas y que por autenticidad no entran en estos juegos, a personas buenas que valen y que podrían conducir mucho mejor los hilos de la historia.

La autenticidad es ser realmente uno mismo y del todo en cada situación. Está muy relacionada con la libertad. No es autenticidad el automatismo, ni siquiera cuando lo hemos incorporado plenamente a nosotros. Tampoco es autenticidad la impulsividad porque la impulsividad sólo expresa algo que hay dentro en un momento dado, pero no lo central o esencial de la persona. Tampoco la sinceridad es autenticidad en todos los casos porque sinceridad significa hablar de acuerdo a lo que se siente o se piensa, pero esto no basta para ser auténtico.

La autenticidad es la expresión más genuina de la libertad interior y la libertad se opone a cualquier condicionamiento, como expresión más profunda de nuestra esencia. Libertad, autenticidad, disponibilidad, flexibilidad, tienen mucho que ver entre sí.

La persona auténtica no se mueve por deseos. Es una persona libre. No se compra con nada. No la mueve ni el afán de protagonismo, ni la necesidad de afecto o reconocimiento, ni los deseos de sobresalir, etc. De hecho, precisamente por esto, muchas veces la persona auténtica no triunfa socialmente. Pero lo mismo le pasó a Jesús, ¿por qué murió en cruz? Por su libertad, su autenticidad. No hablaba ni actuaba para que le aceptasen o le reconociesen nada. Actuaba y hablaba sólo desde el amor y la libertad. Eso es ser auténtico.

Y esto es lo único que da verdadera felicidad: el amor y la libertad, es decir, la autenticidad.



QUE OPINAÌS AL RESPECTO?